domingo, 16 de noviembre de 2025

El reparador de corazones

Quizás es una maldición encontrar corazones rotos y repararlos. Juntar todas las piezas y complejos engranajes y armarlos como un rompecabezas.


Noches de llorar y de abrazarte, contenerte y escucharte hasta quedarse dormido.. . Enseñarte a ser adulto y a vivir tu vida plenamente, disfrutar de una sonrisa, una comida sencilla y una noche de volvernos uno para que te encontraras a ti mismo.

Quizás es un oficio encontrar corazones dañados que no sabían amar por inexperiencia o naturaleza salvaje, educarlos y mostrarles paternalnente el camino; pulir los filos duros y las asperezas y mirar por un momento el resultado.

Noches sin descanso por una exagerada pasión y necesidad del otro, un descubrimiento y aceptación constante, el amor de mi vida, dulce, intempestuoso y pasional... siempre en la búsqueda de ti mismo con mas preguntas que respuestas, tomándote de la mano que juré no soltar jamás.

Quizás es una desgracia ir por la vida reparando corazones. Ese específicamente en búsqueda de su gran amor en lugares equivocados, ese que volvía al taller cada vez que se volvía a romper por algún descuido, por otra colisión con algún corazón descuidado.
Noches buscándome en tus ojos y sintiendo el corazón estallar. Noches acariciando cada rincón de tu cuerpo intentando que supieras que no eras tu, de verdad no eras tu sino un mundo que giraba a una velocidad diferente a la tuya. Quiero creer que cada vez que te reparé te sentías mejor conmigo mismo.

Quizás es una maldición por que cuando aprendiste a caminar sobre tus dos pies te diste cuenta de que nuestras diferencias eran muy grandes y hoy estas con alguien mas.

Quizás la maldición es que fuiste quien soltó mi mano y una vez que te encontraste a ti mismo y tu camino también encontraste a alguien mas.

Quizás la desgracia es que aunque siempre acudiste a mis brazos para sentirte mejor al final no fui el dueño de tus noches y tu vida y finalmente te encontraraste en los ojos de alguien mas.

Es una extraña maldición ser reparador de corazones, una parte de mi se alegra de que cada uno encontrara su felicidad, algunas veces menos, algunas veces mas... siempre duele ver alejarse en el tiempo a quien creíste un compañero y con quien viste un camino tomados de las manos; pero así es juntar las piezas, unir el rompecabezas y darte cuenta que en el mismo no apareces tu.

domingo, 12 de octubre de 2025

Burla del destino o simple curiosidad.

Quizás me he ganado muchos enemigos en el camino, estoy seguro que mas de uno por ahí me odia, estoy seguro que más de uno por ahí me recuerda con desprecio, con rencor incluso… pero me recuerdan.

Este texto empezó como una burla, empezó con las ganas de mirarte a la cara y decirte “¿en serio esto era lo que buscabas?” me reí al leer un el perfil de tu esposo “en una relación abierta” no fue una sorpresa, fue una curiosidad.

No creo que lo hubieras imaginado hace cinco años cuando se arrastraba pidiéndote que no lo dejaras por mí. Cuando hacía patéticas demostraciones de manipulación en el transporte público. Cuando tu madre me llamaba pidiéndome ayuda para detener este drama, para detenerte antes de que cometieras un gran error. Todo eso me vino a la cabeza con una simple frase escrita “por ahí”.

Hubiera podido darte flores, hubiera podido darte los recuerdos mas hermosos, hubiera secado tus lagrimas con mis besos, hubiera llenado cada espacio de tu cuerpo, hubiera abrazado tus abrazos y besado tus besos; hubiera soñado tus sueños y despertado en tus mañanas de domingo con dos tazas de café y tostadas con mantequilla. Hubiera cubierto cada espacio y sanado cada herida para que siempre supieras que no necesitabas nada mas y que yo tampoco necesitaba nada más; no habría nada que nos faltara, nada que salir a buscar afuera y te hubiera visto a los ojos como en aquellas apasionadas noches respondiendo a tus ojos llorosos y extasiados con un “¡por qué te amo!” y hubieras sabido y sentido y vivido la felicidad.

Pero ambos tomamos nuestras decisiones, simplemente fue así. Ambos decidimos lo que hacer en los momentos cruciales y eso nos puso donde estamos hoy.

Hoy tú y yo ya no existimos, hoy tu y yo somos una fotografía de lo que éramos hace diez años en el puerto de Valparaíso, de lo que éramos hace diez años en la estación central mirándonos a través de los reflejos de los vidrios de los trenes. viendonos en el café frente al trabajo y despidiendonos siempre con un beso. La mejor historia que vas a vivir.

Este texto empezó como una burla, no de mi para ti, no de ti para mi… una burla del destino, una burla de la vida, una última estocada que no parece doler en el contexto pero que trae recuerdos de un tiempo que parece de otra vida… o una simple curiosidad.