domingo, 20 de noviembre de 2011

Desesperación

Me he encontrado contigo esa noche... te conocí y me conociste, hablamos de todo y de nada. Parece que nos reencontrabamos después de mucho tiempo distanciados y fue imposible no terminar como terminamos, era demasiado fuerte, era demasiado idílico, no importó nada, no importo siquiera que iba contra todas mis creencias e inevitablemente me encontré a medio paso de perder la dignidad por culpa de mi soledad... por culpa de tu soledad.

La soledad forma parte de los sentimientos que habitan en los corazones de dos personas que buscan el amor; inevitablemente, es la expresión de la necesidad de estar con alguien. si todos estuviéramos perfectamente bien solos entonces: ¿para que querríamos estar con alguien? pero cuando la soledad se desvaneció me quedó un terrible sabor de boca... había estado contigo por las razones equivocadas, nuestras soledades se entrelazaron, se colapsaron y disiparon en el ambiente cargado de pasión, pero al final el precio a pagar fue muy caro... al final mi empatia me traicionó y sentí algo poderosamente perturbador, una ola que me arrasó el alma, una energía que me envolvió y me apretó el cuello, que me asfixiaba, ¿cómo podía haber pasado aquello? ¿como decir que me arrepiento sin que suene terrible?...

Lo único que opté por hacer fue salir corriendo... antes de hacer mas daño, antes de morir ahí mismo... huir como un cobarde desesperado, desesperado por huir de tu desesperación antes de que la hicieras mía, desesperado por olvidar que en un instante... puedes confundir lo que quieres, lo que sientes, lo que piensas, lo que deseas... y lamentablemente inflingir daño en ti y en otro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario