Pasa de pronto e incontrolablemente. En un momento se planta una semilla en el corazón y nace un sentimiento, el sentimiento crece y si no eres muy astuto quizá aquí es donde te das cuenta recién y un sentimiento arraigado es aun mas difícil de ignorar. Existe un particular tipo de sentimientos, esos que generamos por otros, esos de los que brota un botón de rosa que desprendemos y entregamos a otro. A veces somos correspondidos, a veces no, a veces recibimos otro lindo sentimiento, a veces simplemente no es el momento, el lugar o la circunstancia, sin embargo entendí algo muy importante hoy... Lo hermoso de los sentimientos de uno es la oportunidad de tenerlos, la oportunidad de que te tiemblen las piernas, de que su sonrisa te alegre el día, de querer secar sus lágrimas y querer viajar de su mano a las estrellas; la sola oportunidad de sentir eso es maravillosa. Hoy ya no me enredo por preguntarme ¿como? ¿Cuando? O ¿por que? Surgen los sentimientos, simplemente los acepto como parte de mi, como parte de mi naturaleza romántica y soñadora, que no se cansa de creer que en algún momento esa sera la diferencia que alguien verá en mi. Ya no me siento triste tampoco si estos no son correspondidos, no se si lo serán en un futuro, eso es algo que tampoco esta en mis manos; lo que puedo agradecerte es que entendí de una vez que el valor de los sentimientos es mucho, si das y recibes ¡¿que mejor?! pero al final, para valorar los sentimientos de los demás, es necesario primero valorar los sentimientos de uno.
OsO Adrián
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