sábado, 14 de agosto de 2021

El hubiera, el pudiera y el quisiera.

 No hay día que no piense en ti.

Suena patético ¿no es así?

Un amor siempre evasivo, siempre desincronizado, siempre a destiempo.

Pero un amor que se siente, que se respira y se vive en lo profundo del alma.

Ya me conoces, no soy mas que un loco que se queda congelado en el tiempo.

En el hubiera, en el pudiera, en el quisiera; en noches eternas ausentes de calma.

Universos paralelos donde ese último intento fue el que salió bien…

En esa fría tarde de agosto, en lugar de decir adiós, nos dimos cuenta de que era el momento del “ahora o nunca” después de hacer el amor rendidos, exhaustos, abrazados; finalmente nuestro momento había llegado y decidimos que no podíamos separarnos más. Decidimos que enfrentaríamos lo que fuera que la vida nos pusiera enfrente, que apoyaríamos nuestros sueños, celebraríamos nuestros triunfos y eventualmente buscaría tu mano, tus brazos y tu cuerpo inconscientemente el dormir cada noche. Felices por siempre…

Suena patético ¿no es así?

Ya me conoces, no soy más que un loco que sé queda congelado en el tiempo.

Un loco que no puede dejar de pensar en el hubiera, en el pudiera, en el quisiera.

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