Deseo que despiertes a media noche recordándome, sudando frío, con el pecho agitado y un nudo en la garganta. que lo mires a tu lado y duela en el corazón que él no sea yo.
Deseo para ti eternos días de
tristeza. Que cuando mires por la ventana un día lluvioso y recuerdes el
momento en que fuiste mío, por solo ese instante de alegría nostálgica, se te
venga encima una apabullante sensación de dolor y desesperanza.
Deseo que me aparezca en cada
cosa buena y mala y aunque sea uno de cada mil, tengas turbulentos días sin
descanso donde cada sonrisa sea la mía, cada par de ojos mi mirada, cada
palabra mi voz y te arrepientas en lo mas profundo de tu corazón de no tenerme.
Deseo para ti tardes mirando al
mar con cielos tormentosos, nubes negras y truenos espantosos, y que sientas en
lo profundo de tu ser la tristeza, la amargura, la desdicha y el desasosiego en
todo su esplendor; que de te duela el pecho y sientas que quizás la muerte está
cerca pero no llegue esa liberación final jamás.
Deseo que cuando todo vaya bien con
él, yo me aparezca como un fantasma, como una sombra detrás de la cortina y la
calma se vuelva tempestad y las peleas y desacuerdos y tensiones desemboquen en
pronunciar mi nombre casi inconscientemente en un suspiro y estallen sus lagrimas y gritos, y
el caos se apodere de tu vida y de tu hogar.
Deseo para ti esta oscuridad que
se encuentra en mi corazón a causa tuya, deseo para ti las mismas noches de insomnio
y sufrimiento que me dejó tu partida. Te deseo el abismo e inconmensurable dolor
que me cambió para siempre, te deseo el dolor físico de un corazón roto; el que
me hace hoy aceptar mi propia oscuridad y me permite decirte sin ningún miedo, "Te deseo el descenso al infierno de tus propias consecuencias y te deseo la
culpa de un amanecer y un despertar en el que es claro que el único responsable
de las mismas eres tu mismo".